jueves, 24 de septiembre de 2015

Las bases sobre el acuerdo de Justicia: Apreciaciones sobre el comunicado conjunto.

En medio de la expectativa generada desde tempranas horas del día 23, finalmente presenciamos al finalizar la tarde la rueda de prensa de los equipos negociadores del gobierno colombiano y las FARC en la que los representantes de los países garantes leen los puntos de las bases del acuerdo sobre justicia, tal vez uno de los más complejos hasta el momento actual de las negociaciones.

Es necesario recordar que parte de lo acordado el día de ayer ya se encontraba contenido en el Acto Legislativo 01 de 2012 conocido como “Marco Jurídico para la Paz”, el cual había sido duramente criticado por el equipo negociador de las FARC, y quienes habían manifestado abiertamente no estar en disposición de someterse ante la justicia o ninguna jurisdicción.

En ese sentido, aceptar la creación de la jurisdicción especial de paz, someterse a restricciones de libertad y pagar condenas en los términos del mencionado Acto Legislativo resulta un avance realmente significativo en el proceso de negociación.

El logro sustancial está en la creación de las bases de manera acordada para la justicia transicional basada en un modelo restaurativo que supere el concepción punitiva y carcelaria, para darle vía a un modelo en el que el delito no es entendido como un daño individual, sino colectivo y que la reparación no se reduce a una visión de privación de la libertad, sino a un escenario de reparación a la comunidad afectada por el delito cometido.

Recibir los beneficios de la justicia transicional y del modelo restaurativo exigen el cumplimiento de condiciones descritas en el marco jurídico para la paz y reiteradas el día de ayer de manera conjunta: satisfacer en el mayor nivel posible los derechos de las víctimas a la verdad, la reparación y las garantías de no repetición. No habrá por tanto privación de la libertad, sino restricción a la libertad y escenarios participativos de reparación y verdad como alternativas penales.

Sin precisar sobre las tres tesis sobresalientes en temas de justicia restaurativa (civilista, comunitarista y del discurso moral), lo cierto que es que la jurisdicción especial de paz es un mecanismo técnico que pretende conciliar la necesidad de justicia con la apuesta a la superación del conflicto sin desconocer los derechos de las víctimas.

Precisamente el discurso del presidente se centró en las víctimas, reiterando que el proceso es con ellas, por ellas y para ellas, y prevenir otras más. La intervención de Rodrigo Londoño Echeverri alías “Timochenco”, demostró un desescalamiento del lenguaje que hasta el momento había caracterizado sus pronunciamientos, un desescalamiento que debería tomar como ejemplo cierto sector político, no solamente en lenguaje, sino en mentiras y afirmaciones delirantes sobre el proceso que están alejadas de toda realidad.

El día de ayer asistimos a un escenario que envió un mensaje claro: el proceso avanza, y no de manera ligera, sino con rigor técnico y con voluntad de las partes, acompañamiento internacional y académico, y acorde a los estándares internacionales. Todavía nos falta, y varios puntos del acuerdo de ayer generan varias dudas sobre la implementación de la jurisdicción, la participación política, la restricción de libertad y el proceso de dejación de armas, pero en este proceso que busca acabar más de 50 años de conflicto, el avance es innegable.

Finalmente tres temas para precisar:

1.  No habrá entrega de armas. Es claro que lo que para muchos es algo insignificante entre dejación y entrega, tiene un sentido profundo en una negociación. Las FARC están negociando la incorporación a la vida civil y política, no una rendición. Hay que definir cómo será la dejación, y de eso existen experiencias comparadas exitosas.

2. Nadie negocia para recibir la misma sanción que si hubiera sido derrotado. No veremos a las FARC papando 60 años de cárcel como muchos quisieran, sino garantizando mediante otros mecanismos los derechos de las víctimas de la sociedad colombiana.

3. Esta jurisdicción especial de paz no solo es para las FARC. Y no se trata de un acto inconstitucional de humillar a las FFAA. El Acto Legislativo 01 de 2012 en su artículo 66 contempla la justicia transicional para los distintos grupos armados al margen de la ley y para los agentes del Estado.


Que sea pues un motivo de avivar la esperanza, de rodear el proceso y de dar el debate para que quienes, en su sano derecho de la crítica y escepticismo, desconfían del avance, y se pueda lograr mayor claridad y no sostener en la confusión que el delirante discurso uribista quiere mantener.